El control de esfínteres es una etapa del desarrollo en la que los niños descubren su capacidad para retener de forma voluntaria la micción y la defecación.
En este momento se pasa de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria controlada.
El control intestinal se consigue antes que el control de la micción. De igual forma, se consigue antes el control diurno (2-3 años) que el control nocturno (5 años aproximadamente).
Es importante tener en cuenta de que se trata de un aprendizaje y que son necesarios unos conocimientos previos para poder adquirirlo. Antes de pretender que el niño/a consiga controlar sus esfínteres debe entender ciertos conceptos (sucio-limpio, seco-mojado) y conocer las palabras clave para expresar su necesidad (pis, caca, baño…).
Ambos trastornos; neurosis y encopresis, pueden deberse a diferentes causas entre las que puede haber un factor hereditario, estrés emocional, problemas en el desarrollo… En cualquiera de los casos, es necesaria la terapia piscológica.